Cuando los mercados municipales y las nuevas formas de economía social se cruzan

El sábado 23 de marzo quedamos a las 10 de la mañana en una cafetería de la calle mayor. La convocatoria del Login «De compras en el mercado de San Fernando» había sido un éxito. Mientras nos poníamos cara y nos despedíamos de la soñolencia de un sábado tempranero, fuimos entrando en la actividad. Patricia Dominguez y César García, nos presentaron el Medialab-Prado que apoya la organización del Login y el grupo de trabajo de Ciudad y procomún que ha difundido la convocatoria dentro de su programación.

Pablo Farfán nos hace un recorrido histórico por los mercados municipales de Madrid

Mientras tomábamos café y alguna tostada, escuchamos a Pablo Farfán, experto en arquitectura ecológica y rehabilitación de patrimonio. Pablo además, es miembro de la Plataforma por la defensa de los mercados tradicionales y nos guió en un recorrido histórico por los mercados municipales de la ciudad. Conocimos las particularidades de estos espacios, cómo se organizan, cuáles son sus órganos de gestión, qué les está sucediendo con los cambios en las formas de vida de la ciudadanía y cuáles son las diferentes estrategias que están siguiendo para hacerles frente. Por otro lado se están llevando políticas institucionales que determinan cómo son y serán estos mercados. ¿De qué hablamos cuando nos planteamos la revitalización de los mercados? ¿Cuáles y por qué surgen tantas iniciativas ciudadanas a favor de la conservación de estos espacios? ¿Qué implica para un barrio tener un mercado de abastos?

Ya en la calle, muy cerca de la Plaza Mayor, Pablo nos explicó el proceso de rehabilitación del mercado de San Miguel, las dificultades que tuvieron los antiguos comerciantes con los últimos puestos, ahora desaparecidos tras la remodelación y la transformación del mercado tradicional en espacio curioso de interés turístico en todas las guías de la ciudad. Los precios de los alquileres de las paradas de este mercado rondan ahora los 3.000€ mensuales, cantidad muy superior a los precios de los puestos de otros mercados que no han sido remodelados. Las ostras, cavas y otras delicatesen no se venden a precios populares y la compra de alimentos y suministros básicos para el día a día de la vecindad se complica mucho.

Salimos del mercado y callejeando por el centro de Madrid, llegamos a nuestra siguiente parada, la Tabacalera. Este centro social autogestionado se sitúa en la antigua fábrica de tabacos de Lavapies. Javier Olmos nos acogió, explicándonos tanto la historia del edificio como del proyecto complejo que se desarrolla desde que el Ministerio de Cultura ha cedido el uso de una parte del mismo al barrio.

 

Local del taller de jabones, en el patio Sur de Tabacalera, junto al local de bicicletas

 

Al fondo del patio sur, junto al taller de bicicletas y frente un jardín en construcción está el espacio que se utiliza para el taller de jabones. Al solecito, Javier nos presentó a Fabi, una de las personas que lo coordina. Junto a otras 4 personas han decidido dar el salto hasta un puesto en el mercado de San Fernando. Fabi nos fue relatando los distintos planos que conforman la experiencia.

 

Desde cuestiones prácticas que tienen que ver con el producto, por ejemplo, dónde y cómo han adquirido los conocimientos para la elaboración de los distintos jabones o cuál es el sistema de recogida del aceite usado que reciclan en el proceso hasta cuestiones que

tienen que ver más con el equipo, cómo se conocieron las personas que han formado el grupo, si todas están relacionadas con Tabacalera o no, o las posibilidades que participar en este espacio abre. Por último, vender jabones en el mercado es un proyecto económico que quizá no a corto plazo, pero si en algún momento pretende ser sostenible. Poco a poco se fueron dibujando preguntas y respuestas, a veces sólo preguntas por que las respuestas se van teniendo conforme se hace. ¿Tiene el puesto de jabones elaborado un plan de negocio? ¿Qué pueden conseguir en el mercado que no tienen en Tabacalera? ¿Cómo se ve desde Tabacalera que se generen desde sus adentros proyectos productivos?

Susana, Javier, Pablo, Raquel, Eva y Pilar nos ayudaron a entender mejor algunos aspectos de la complejidad de Tabacalera, dándonos pinceladas de este proyecto inmenso y no libre de conflictos que se gestiona de manera autónoma.

 

¿Cómo se mutan, cambian, repelen, influencian dos grandes espacios cercanos físicamente y a la vez muy lejanos? En abril de 2011 se organizaron en Tabacalera unas jornadas para pensar sobre los mercados tradicionales de abastos y en particular en el Mercado de San Fernando, a solamente una manzana en la misma calle del centro social. Hacia allá nos encaminamos, última parada en el recorrido de nuestro Login. Allí nos recibieron, Luis Alonso, que forma parte de la Casquería, un proyecto de venta de libros al peso que inagurará en breve su puesto y Víctor, gerente del mercado.

En las distintas fases que ha seguido este mercado en los últimos años, la parte de arriba se ha ido vaciando de puestos. Tras pasar por la negociación con algún supermercado o la instalación del centro de salud, entre otras, en noviembre del año pasado se tomó la decisión de anunciar el alquiler de los 20 puestos vacíos de la planta principal. En la parte de arriba, dentro de poco se abrirá un restaurante. Desde un balcón desde el que se ven algunos puestos y la plaza central del mercado que permanece diáfana, Víctor nos contó la historia de este mercado y las diversas decisiones que la junta rectora que lo gestiona ha tomado para intentar revitalizar el espacio. El mercado es municipal y la asociación de comerciantes lo gestiona a través de una junta rectora de 5 personas. La concesión estará en vigor hasta el año 2034.

¿Qué posibilidades abre la municipalidad del mercado? ¿Qué dificulta? ¿Qué exige? ¿Cómo se organiza este mercado? ¿Qué criterios se priorizan a la hora de tomar decisiones para la nueva etapa? ¿Cómo acogen los antiguos comerciantes los nuevos puestos? ¿Está en riesgo el tradicional mercado de alimentación con la entrada de puestos que no están vinculados a este sector?

Los mercados pueden ser contados y pueden ser recorridos, olisqueados, acariciados, sopesados, percibidos… en definitiva, vividos. Tuvimos un rato para pasear por el mercado y una media hora después, nos volvimos a encontrar en su plaza para compartir un aperitivo comprado en los distintos puestos. En los bares cercanos cada persona compraba su bebida y en el más alejado, nos habían preparado tortillas y patatas salpiconas. El aperitivo se completaba con algunos vinagrillos, queso, embutidos variados, patatas fritas y algunas pastas dulces.

 Alrededor de la comida, nuevos y antiguos comerciantes, clientes del mercado y las personas que participamos en el Login nos comimos lo dispuesto en las mesas mientras hablábamos sobre lo observado, matizábamos, preguntábamos o intercambiábamos contactos.

Para algunas personas resultó una parada para recuperar fuerzas y seguir trabajando, para otras, el final de la actividad y el inicio del fin de semana, para muchas seguir camino con algunas ideas revoloteando…

 Sobre la organización de esta actividad;

Ninguna persona ha cobrado por participar en la organización de este Login. Hemos intervenido alrededor de 15 personas. Especialmente, han sido importantes la colaboración de Ana, Luis, Javier, Raquel, Víctor, Fabi y Pablo. Todas las fotografías que relatan este Login son de Cari y Nacho.

En las compras para el aperitivo nos gastamos 115,60€ y el seguro de responsabilidad civil y accidentes costó 70,82€.

Descubriendo el comercio creativo y barrios en transformación en Madrid


El domingo 12 de diciembre madrugamos para encaminarnos al corazón de la ciudad y descubrir el centro histórico con otra mirada. Tras un cafecito rápido en el bar donde habíamos quedado y unas rápidas presentaciones, nos acercamos al Taller Puntera, en la Plaza Conde de Barajas 4, donde conocimos a Luis Alonso, artesano en piel y dueño del taller.

Luis nos acogió en su taller compartiendo con nosotr@s ideas y cuestiones tan dispares como de donde surge la idea emprendedora, cómo se organiza el trabajo en el taller, las fases del proceso productivo, su sostenibilidad ecológica, la viabilidad del proyecto, la relación con proveedores, clientes y redes de apoyo, las consecuencias de la globalización y la necesidad o no de tener marca.

Nos despedimos de Luis y del agradable olor a piel de su taller para atender a Concepción Piñeiro,  ambientóloga y experta en enfoque de género, consumo responsable y sostenibilidad que nos relataría cómo surgen y qué son las derivas como metodología de investigación.

Había llegado la hora de jugar y nos metimos en el papel de un grupo de investigadores con una misión. Nos dividimos en grupos, cada uno de los cuales debía jugar a investigar desde una mirada concreta la ciudad y nos encaminamos hacia el histórico barrio de Malasaña, también llamado Maravillas o Universidad. Las normas del juego estaban claras; derivar en grupo, fotografiar con nuestros móviles los comercios que pudieran reflejar la transformación del barrio, enviar esa información a “la central” y dejarnos llevar por las calles del barrio y lo que llamase nuestra atención.

Las personas que participaban en la deriva nos enviaban sus fotografías a través de correo electrónico o de mms. La información que debían acompañar era la localización y el nombre del comercio fotografiado y datos o referencias que aclarasen por qué habían elegido esa imagen en sus investigación. Todo ello no debía superar los 160 caracteres de un mensaje  de texto.

Por ejemplo, esta fotografía es del grupo que investigaba la multicuralidad del barrio de Malasaña. Su código de grupo era ESCUE y su color el rojo. Con The Gimp, programa de software libre para edición de imágenes insertaríamos en el mapa un punto rojo con el número 30 en la dirección donde está este comercio. Este programa permite editar por capas, por lo que era posible ver el recorrido de cada uno de los grupos en su deriva por separado y también como en la imagen que incluimos, una visión conjunta. (Al exportar la imagen a jpg debe aplanarse y se convierte en una sola capa por lo que no podrás ver las capas por separado).

 

Y de esta manera fuimos conformando un mapa entre tod@s que se fue llenando de puntos que referenciaban comercios catalogados como significativos.

 

 

Por otro lado, también con gimp, redimensionábamos las fotos que nos llegaban para insertarlas en esta plantilla (realizada previamente) que clasificaba las imágenes por grupos de trabajo y que incluía la localización del comercio y la motivación para incluirlo.

A las 4 y media llegamos al punto de encuentro, el Espacio -1, local de una asociación cultural en la calle de la Palma. Mientras Marga y Eva terminaban de bajar las últimas fotos que iban llegando, nos tomamos unos cafés y tés calentitos que nos sentaron fenomenal. Ya habiendo entrado en calor estábamos dispuest@s a analizar toda la información.

Y tras un intenso día de conocer personas nuevas, aprender sobre comercios y maneras creativas de llevarlos a cabo, redescubrir Malasaña, pensar sobre los modelos de ciudad que deseamos para nuestros barrios, nos despedimos hasta la siguiente deriva. Antes, claro, recogimos el regalo de Taller Puntera que habíamos elegido sin saber qué eran. Éste, por ejemplo es un estuche para pinceles 😉

Jornada ganadera en la sierra de Segovia

Flujos de ida y vuelta entre una ganadería ecológica y grupos autoorganizados de consumo


La jornada comenzó con sorpresa, ya que alrededor de todo el campus universitario había un gran atasco. Tal y como dice el anuncio, las personas que vinieron en metro llegaron puntuales 🙂

Una vez en el autobús nos dirigimos a Segovia por la carretera de la Coruña. Poco a poco se desdibujaban los centros urbanos para ver más paisaje boscoso. Escuchamos interesantes historias sobre la ganadería ovina tradicional, la Mesta y las cañadas por parte de Javier Olmos Sanz. En un ratito llegamos hasta Otero de los Herreros.

Allá intentamos visitar la iglesia que estaba cerrada, nos surtimos de pastas y pan para la comida …y nos tomamos un cafecito caliente. Tras media hora, volvimos al bus y en un plis plas, estábamos en una finca de esquileo de Ortigosa del Monte.

Javier Olmos nos contó cómo funcionaban las casas de esquileo, que estuvieron en su apogeo en el siglo XVIII siendo centros económicos muy importantes para la región. Segovia alcanzó una industria de lana de una cierta importancia, ya que la calidad de este material proveniente de las ovejas merinas era muy alta.

…Y comenzamos a caminar por la cañada, ruta por la que llegaban hace siglos miles y miles de ovejas…

Tuvimos mucha suerte porque, aunque el día estaba fresco, estaba muy despejado y no hacía demasiado frío. Al fondo teníamos la “mujer muerta”, una montaña con forma de mujer embarazada acostada.

Y por la cañada llaneando recorrimos 4 o 5 km en grupos que se hacían y se deshacían según los ritmos y las conversaciones. Una hora después habíamos llegado a nuestro destino. Los prados donde Fernando Mantecas tiene pastando a sus vacas y terneros. Se trata de la Ganadería Ecológica Braman.

Fue en uno de estos prados, con las vacas a lo lejos, donde Fernando nos explicó la historia de su ganadería, las razones para convertirse en ganadero ecológico, las dificultades del negocio y las fortalezas que ahora le permiten sobrevivir la crisis.

En otro de los prados, se situaban los terneros, que son mucho más grandes de lo que imaginamos cuando pensamos en un ternero. Para salvarles del ataque de los lobos, Fernando tiene dos grandes perros y coloca transistores para que, con el sonido de las voces, los animales no se acerquen. Estos son los terneros de la ganadería Braman.

Y finalmente con hambre llegamos a casa de la familia ganadera, que nos alojó en su garaje donde improvisamos un comedor con sitio para tod@s. El menú era sencillo pero estaba riquísimo. Ensaladas, filetes de carne ecológica, agua fresca de la sierra y vino ecológico, fruta y pastas con cafés y tés.

Habiendo saciado el hambre y entrado en calor, las personas que representaban a los grupos de auto-consumo, nos contaron su experiencia. Por qué la alimentación ecológica, por qué organizarse en grupo, cómo es la toma de decisiones, cómo es la relación con los productores… Y otras cosas prácticas, como que en Galicia hay unos proveedores de pescado de calidad que envían el pescado a casa, o que el grupo Tomarterrojo, que se junta los miércoles en Tabacalera, está buscando gente para ampliarse.

Por último, nos vestimos adecuadamente para entrar en la sala de despiece y conocer cómo se trabaja con el producto en cuestión.

Nos despedimos de La Losa y ya de vuelta nos dirigimos hacia Madrid, cansad@s pero encantad@s de la experiencia regresamos con muy buen sabor de boca 🙂